Está lloviendo en mi corazón y mi alma calada, caída a mis pies, pesa en mi interior como una gran losa vieja y gris que me amarra a esta tierra mojada: barro fértil en el que hundo mi cuerpo hasta formar uno con el mundo, hasta ser parte del universo que se extingue a mi alrededor, que se agota bajo el peso de mi alma mojada.
Esta, demasiado pesada para el universo, demasiado ligera para mi cuerpo, huye desesperada en busca de un mundo nuevo, en busca de un barro fértil en el cual hundirse hasta formar uno con el mundo, hasta ser parte de un universo que la acepte, que la entienda, que la quiera. |
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