Sueña quien no tiene sueño sueña quien quiere soñar, sueña quien vive los vientos, sueña con ojos abiertos aquél que ve algo más.
Hastiado de tanta rutina hastiado de vidas sin vida, de ojos que no saben ver, y de miradas dormidas abre los ojos y sueña, abre su mente y mira el que no teme morir, aquel que aprecia su vida. Y así se alza, Dios entre mortales, sin temor, dando un sentido a su tiempo aquel que sabe beber los mares en un tazón y oler la amistad en el viento. |
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