Se olvidan todos los problemas, vuelvo a ser la niña que era, cuando siento tus brazos rodeando mi cadera.
Vamos cosiendo los retazos, lo que fue y lo que nos espera, construyendo a nuestra manera una vida entera.
Si me siento perdido busco dónde estás, y encuentro mi camino en la luz de tu mirar.
No importa país o ciudad, cuando te quedas dormido y te escucho respirar... sé que he llegado a mi hogar. |
Estrellas difusas > Poesia >