Entre cajas y ciudades, no tiene rumbo mi caminar, me impulsan los siete mares, no pertenezco a ningún lugar.
No sé dónde me llevan mis pasos sin destino, qué sorpresas me esperan a la vuelta del camino.
Mi único punto de fijación en este mundo cambiante se encuentra en mi interior permitiéndome seguir adelante.
Yo soy yo, ocurra lo que ocurra alrededor, y es mi voz la que me hace avanzar con decisión.
Mi hogar, mi destino, mi mundo, mi mañana, hoy han desaparecido, pero no me asusta nada, pues todos los sueños perdidos que poblaron mi alma al llegar el alba serán reconstruidos como me venga en gana.
Han caído los muros nada me protege ni frena, y no me apena, porque hoy no dudo que aquí empieza mi futuro. |
Estrellas difusas > Poesia >