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De esos finos labios caen como cascadas líquidas palabras que entre ritmos resbalan, rodean mi cuerpo, lo hacen girar, ríos de versos me llevan al mar, trepan mis tobillos se han metido en mi organismo, ya no puedo respirar ni lo deseo. No me dejan ni pensar, incapaz de responder siento un leve cosquilleo que no quiero detener. Para vivir sedienta bebo líquidas palabras, frases de fuego, y solo quiero darte a beber este, mi verso, por el que muero, pues cada palabra lleva un pedazo de mi alma. |
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