Me gusta tu mirada entre intrépida y asustada cuando te quedas quieto y no sabes si darme un beso.
Tus gafas, tus tirantes, tu sombrero blanco, tu estilo inimitable, tus pantalones anchos.
Tu forma de ver el mundo y vivir cada segundo, saltando el primero, sin miedo, obviando las reglas del juego, inventando a cada paso algo nuevo.
Sabiendo ser responsable cuando es indispensable y olvidarte después de todo para vivir a tu modo.
Me gusta verte conducir y sentir el viento azotando nuestra cara, me gusta hacerte sonreír y que me abraces por la mañana.
Me gusta todo de ti, no cambies nada. |
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