Me gusta tu perfil cuando cantas, tu mentón, tu nariz, y la forma en que la levantas. Me gusta tu mirada serena y profunda y esa cara que tienes de no haber roto un palto nunca.
Como un mar en calma que esconde una sorpresa dejas que el rojo del alba se cuele entre tus cejas sin mostrar todas tus cartas sobre la mesa.
Y entonces sonríes y el aire se rasga, se abre una puerta directa a tu alma, distingo un camino y puedo atisbar entre curiosa y aprensiva mil corrientes submarinas cuando te miro.
Hay todo un océano de emociones que fluyen desde el fondo de tu ser, donde nacen tus canciones, donde nadie llega a ver.
Ahora sé de dónde viene toda la fuerza de tu voz y por qué con tu mirada puedes tocar mi corazón. |
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