Nace en mi interior una ilusión que me roba el aliento. Es una semilla, en potencia un sentimiento, empiezan sus brotes a buscar sustento.
Llegan sus raíces cada vez más dentro sentando las bases de este cuento, y pronto ya no encuentro un solo espacio en mi interior donde no llegue su calor.
De repente, brotan mil chispas verdes atravesando mi mente, tantas que ya no las cuento, transforman mi propio elemento, me estremecen, y florecen atravesando mi cuerpo en un estallido de infinito colorido. Primavera enajenada en mi alma sembrada.
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