Llega el verano, vacaciones, vuelvo a mi tierra, mis canciones, atrás quedan las emociones, no recuerdo cómo amar.
Aquí todo es diferente, ya no existe nada más que mi familia, mi gente, y el aire al pedalear.
Me baño en un mar de agua fresca y transparente donde todo se diluye y hasta mi mente se escapa y huye.
Pero si en silencio paro y escucho mi propia voz, se oye un grito alto y claro desgarrando el corazón.
Imposible de acallar, va implorando tu calor y ese grito de dolor me hace despertar, volver a pensar, volver a vivir, me hace soñar, me hace sentir y desear que se acabe el tiempo muerto para regresar y leer al fin el final de este cuento que no puedo escribir sin ti. |
Estrellas difusas > Poesia >