Es de noche, primavera, entre amigos ya dormidos se nos fue el anochecer y ahora solos, bajo el cielo, tu voz acaricia mi oído... tantas veces escuché de tus labios la canción que ahora gira entre los dos... pero esta noche mi mente no entiende más melodía que la que vibra en tu interior. Para nosotros el tiempo se ha detenido no sé cuándo se paró ni cuándo empezó a contar, pero Venus nos halló calentándonos las manos, ahuyentando el frío.
Y amaneció.
Ya han despertado las aves, se confunde tu silbar con su silbar. Se eleva ya la gran ciudad teñida de un rojo fugaz y nuestras mentes que volaban entre estrellas y canciones deben volver, dejar de soñar y descansar. La realidad nos rodea pero aún no la vemos. Ya es de día, dulces sueños, esta noche nos veremos. |
Estrellas difusas > Poesia >